Relatos de ciencia ficción
Sueño cumplido
Beltrán, un joven de 18 años, tenía un
sueño desde pequeño, que era teletransportarse
a cualquier parte del mundo o al futuro, como ocurría en las películas. Su
familia no estaba de acuerdo en que tenga ese tipo de ideas en la cabeza,
porque decían que era mentira, que sólo pasaba en la televisión.
A él
no le importó, porqué lo único que quería era llegar a cumplir ese sueño tan
anhelado, con o sin ayuda de ellos.
Su
amiga de la infancia, Flavia, sabía desde que eran niños de su sueño. Beltrán
le dijo si le podía ayudar a averiguar dónde podría llegar a conseguir la
máquina o si alguien lo podía transportar. Su amiga le dijo que no tenía idea
de dónde podrían llegar a conseguirlo, pero que podrían investigar por
Internet. Él enseguida dijo que sí, que quería averiguar por Internet.
Flavia era una chica que cuando se le ponía
algo en la cabeza no paraba hasta conseguirlo, y más si se trataba de cumplir
el sueño de su amigo, aunque a la vez le asustaba, porque tenía miedo de que le
pase algo, o de que nunca volviera.
A la
hora, Flavia gritó muy alegremente:
–¡Amigo,
amigo, amigo!
–¿Qué, amiga?
-dijo él-. Encontré una página donde dice que venden máquinas para transportarse,
encima están a muy buen precio.
Beltrán se puso muy feliz, pero al rato se
puso a pensar: “¿De dónde sacaré el dinero?”.
Flavia dijo:
–No
te preocupes. Con tus ahorros y los míos, te la compras.
Fueron los dos al lugar donde vendían esa
máquina, tocaron la puerta de la casa y un señor se la dio, pero le dijo que tenga mucho cuidado y que la cuide,
porque podía llegar a fallar si no cumplían las reglas que pide la máquina.
–Por
fin, llegó la hora de que cumpla mi
sueño -dijo Beltrán, muy emocionado.
–¿A
qué parte piensas ir? -dijo su amiga
–Quiero
transportarme al futuro, más o menos unos quince años, para ver qué pasará
conmigo o con el mundo en ese tiempo.
–¿Estás
seguro? -dijo ella.
–Sí,
completamente -respondió Beltrán. Nunca estuve tan seguro de algo en mi vida.
–
Amigo, si te llega a pasar algo o no vuelves, ¿qué haré?, ¿qué explicaciones le
daré a tu familia?
_No te preocupes, amiga, volveré y va a
seguir todo como hasta ahora, sólo déjame cumplir mi sueño.
Beltrán abrió la caja y construyó la
máquina según los procedimientos que se indicaban. A la media hora, ya la había
construido. Ya estaba totalmente todo hecho para que se transporte al futuro.
–Llegó el momento, -le dijo él a su amiga.
Ella
le respondió:
–Mucha
suerte, amigo, te esperaré cuando regreses.
Beltrán se puso adentro de la máquina, apretó
el botón y una luz lo transportó.
Al
instante, se encontraba en un lugar muy extraño que no parecía el futuro, era
como una ciudad totalmente desecha, todo
destruido, personas muertas, la naturaleza toda destruida, edificios ,
absolutamente todo derrumbado. Beltrán, al ver eso pensó y dijo: “¿Esto será el
futuro en quince años?, estaremos todos muertos, el mundo ya no existirá, todo
estará destruido”.
Agarró la máquina, apretó el botón y volvió
al lugar en donde estaba con su amiga. Le contó a ella todo lo que pasaría en
quince años. Flavia, muy sorprendida y a la vez asustada, le dijo a Beltrán:
–Disfrutemos de la vida, amigo, porque cuando
pasen quince años, ya no estaremos en el mundo, y quiero estar con vos y
disfrutar esta hermosa amistad, hasta que pase eso en el mundo.
Él le
respondió:
–Sí, amiga, tienes mucha razón, hay que
aprovechar y vivir la vida al máximo.
(Por Cielo Caballero, de 3°1°)
No hay comentarios:
Publicar un comentario