Reseña de la novela Orgullo y
Prejuicio
Jane Austen (1775-1817)
Jane Austen fue una admirable mujer, autora de la novela Orgullo
y Prejuicio, novela publicada el 28 de enero de 1813 en el Reino Unido. Jane
Austen vivió en una época en la cual los movimientos artísticos se estaban
propagando efusivamente mientras que a su vez una serie de cambios surgían en respuesta al
contexto de revolución con gran trascendencia en muchas de las antiguas
costumbres que caracterizaban a Europa hasta finales del siglo XVIII. Las ideas
de combatir la ignorancia y adquirir instrucción por medio del conocimiento son
aspectos que rigieron el pensamiento de personas de la época, haciendo plantear
la idea de que solamente mejorando la capacidad de cada uno para lograr
entender las cosas mediante del uso de la razón se lograría conseguir un mundo
mejor.
Jane Austen, al ser parte de este contexto, sin duda no
escapa a la utilización, en cada una de sus obras, de los aspectos dichos anteriormente;
sin embargo, la autora centra su mayor atención en hacer una crítica a la
sociedad europea y en la subestimación de la mujer. Lejos de parecer una oposición
incontenible, la autora refleja en sus creaciones la capacidad de la mujer de
ser más de lo que la gente le permite y, ridiculiza notablemente a través de la
sátira, las particularidades de aquellas personas que con el pasar del tiempo
adquirieron un pensamiento estigmatizante y característico de la época. Tanto
los personajes fundamentales como los caracteres secundarios son caracterizados
de forma humorística y, con sus ingenuidades, permiten que el lector consiga
más familiaridad con la historia y la encuentre entretenida.
Orgullo y Prejuicio es una novela que con tan solo
empezar a leerla deja mucho que pensar. «Es
una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran
fortuna, necesita una esposa», es la frase que para muchos caracteriza a la novela
porque, ciertamente, el relato gira en torno de esta temática: el matrimonio.
La familia Bennet pertenece a la clase media baja y, como
todas las familias compuestas por mujeres, los padres buscan que sus hijas
encuentren lo más rápido posible alguien con quien casarse, en lo posible, que
éste sea una persona de gran relevancia o que simplemente sea capaz de darle
sustento a sus hijas. Aquí es donde entran en escena otros personajes, Bingley
y Darcy, dos jóvenes de clase alta demasiado opuestos como para siquiera
suponer que uno tuviera relación con otro. Y es que así es, ya que el joven
Darcy es nada más y nada menos que el mejor amigo del atento joven Bingley. Ambos
son poseedores de una gran fortuna; sin embargo, en personalidad no comparten
tantas cosas.
Bingley y Darcy conocen a la familia Benett durante un
baile que organiza el mismo Bingley. La fiesta resulta ser amena y encantadora,
no obstante, se suma una problemática a la historia, la dificultad de Darcy
para relacionarse con las personas, especialmente con personas que él considera
inferiores. Mientras que Bingley crea un vínculo especial con la mayor de las
hermanas Benett---Jane Bennet---, Daarcy sin querer hace enemistad con Elizabeth,
hermana de Jane Benett. Son cinco en total las hermanas pero, en las que
básicamente se centra el relato, es en las que justamente tienen mejor relación,
Jane y Elizatbeth. Estas son las disparidades que en distintos puntos de la
historia pueden hacer que unos personajes lleguen a caer mejor que otros. A pesar
de que las buenas y malas cualidades de los caracteres se presentan desde un
principio y se explican en el transcurso, la percepción de ellos cambiará una
vez que se conozcan sus razones y veamos que tanto una buena persona como una mala
son capaces de cambiar y dejar a la vista una personalidad totalmente diferente
a la ideada tras la primera impresión. El orgullo y el prejuicio enmarcan el
relato, crean dificultades y diferencias, pero no todo lo que crean a su paso
es malo, ya que al igual que en la vida real, pueden llevar a una persona a
sacar lo mejor de sí.
En cuanto al criterio personal que el lector pueda llegar
a idear tras la lectura de esta maravillosa obra, no hay demasiado de lo que
hablar ya que la verdadera crítica se forma a través de un arduo análisis de lo
que vemos y percibimos. Sin embargo, es importante resaltar como esta historia llega
a ser un buen ejemplo de la correcta edificación de las personas y el camino
que recorren para lograr enfrentar las adversidades. En un mundo tan
conflictivo, lleno de orgullo y
prejuicio, hay quienes deciden dejar atrás ese convencionalismo tan déspota
de la sociedad para adquirir personalidades más humanas. Sí, humanas, porque
esto ya no se trata de caballeros y damas, hombres y mujeres, niños y niñas.
Todos en conjunto formamos un mundo prácticamente compuesto por humanos y, es
por eso, que ante nosotros no deben aparecer diferencias; todo lo contrario,
debemos aprender a conducir nuestros caminos libremente y sacando lo mejor de
cada uno.

(Por Nicole Armijos, de 6°1°)
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